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No tiene que estar loco para trabajar acá | 
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| Algunas empresas se encargan de negocios riesgosos en lugares distantes y peligrosos del mundo. Una de ellas, que además encabeza el mercado, es Kroll, seguida de la firma estadounidense Halliburton (42 de los trabajadores de su subsidiaria Kellogg Brown & Root murieron en Irak y Kuwait). Pero, los sitios peligrosos pueden ser rentables. Por ejemplo, MTN, una firma de telecomunicaciones, logra la mayoría de sus ingresos en Nigeria, Suráfrica.
Antes, aparte de la invasión a Irak, la mayoría de las operaciones en sitios peligrosos eran de dos clases: explotación de recursos minerales o ayuda humanitaria. Con la guerra, los servicios se han diversificado dadas las necesidades de las tropas; ejemplo de esto es la labor de KBR que se encargaba del aprovisionamiento de miles de soldados al día.
Quienes se dedican a esta actividad lo hacen generalmente por las altas compensaciones. Un salario típico para un conductor de camión de KBR ronda los US$ 80 mil al año, más del doble de lo que recibiría en Estados Unidos. Y, aunque a diferencia de los soldados, los trabajadores pueden dejar el país cuando quieran, Halliburton dice que a pesar del aumento de la violencia en Irak, menos de 1% de los empleados ha solicitado volver.
Dirigir al personal en sitios peligrosos también constituye un desafío. Los trabajadores tienden a ser independientes y a hacer las cosas a su manera. Los empleados más difíciles son aquellos que quieren desempeñarse para después ufanarse cuando vuelven a casa. Para reducir estos riesgos, las empresas han optado por contratar gente de la zona. La Cruz Roja, por ejemplo, cuenta con 12 mil trabajadores en campo, de los cuales 10 mil son locales.
Finalmente, uno de los aspectos más importantes para las compañías que se dedican a este segmento es saber cuándo salir de un país. Muchos están tan acostumbrados a la zozobra que no se dan cuenta de cuándo las cosas realmente se están volviendo insostenibles. Alastair Morrison, encargado de las actividades de seguridad de Kroll, explica que es preciso hacer una lista de los pasos a seguir al momento de salir de un territorio. Cuando los riesgos son grandes, tener un plan de estos y seguirlo, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
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Este es el resumen del artículo "No tiene que estar loco para trabajar acá" publicado en Agosto 14, 2004 en la revista The Economist.
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