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Cómo sobrevivir en la economía hiperhumana | 
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| Buena parte de los procesos mentales están siendo hoy en día transferidos a las computadoras. Dicha tendencia guarda un carácter casi suicida, pues podría llevar a la pobreza a millones de empleados de todo tipo. Sin embargo, este fenómeno, cuyo antecedente histórico inmediato es la Revolución Industrial (los músculos fueron sustituidos por las máquinas), no ha sido tomado en cuenta por la opinión pública ni por los políticos.
Si bien en la Revolución Industrial la pérdida de los trabajos manuales obligó a los trabajadores a buscar empleos que requirieran de habilidades técnicas, hoy en día son estas mismas las que están siendo usurpadas por las computadoras. Por tanto, es preciso inventar un nuevo tipo de trabajo: habilidades “hiperhumanas” difíciles de automatizar y que estén más allá de las habilidades técnicas. Se espera que para finales del siglo, sólo 2% de los trabajos dependan de habilidades técnicas, mientras que casi 90% serán del tipo “hiperhumano”.
Es posible que el porcentaje de trabajos que suponen el uso de facultades mentales se haya reducido en la Era de la Información a tan sólo 5%. Esto se debe en parte no sólo al desarrollo de la Internet 2, sino de los sistemas informáticos autorregulados (IBM y DARPA) y otras tecnologías. Aunque a veces se sugiere que cuando la tecnología elimina empleos, crea otros mejores, en esta ocasión es posible que el futuro no imite al pasado.
De hecho, han aparecido nuevos empleos; pero, no siempre son mejores que los que han desaparecido. Por ejemplo, en la década que transcurrió entre 1993 y 2003, la industria de alimentos creó 1,7 millones de nuevos empleos en Estados Unidos. En principio, eso está muy bien, salvo cuando uno pierde su trabajo de tecnología de la información y se ve obligado a limpiar mesas y freír papas.
La solución, por ahora, es dejar de lado las habilidades técnicas y llevar a cabo tareas “hiperhumanas” o “metamentales”, es decir, que no puedan ser reproducidas por las computadoras. Las computadoras y los sistemas electrónicos son inherentemente mejores que los seres humanos en áreas tales como: el procesamiento de datos y números, las rutinas de tipo lógico, el almacenamiento de información o la toma de decisiones rutinarias. Por el contrario, los seres humanos son mejores que las computadoras en ingeniería especializada, producción local, creación artística o educación, tareas estas que requieren de intereses o habilidades propiamente humanos, como: el deseo, la valoración, la intención, la ética, el amor, la amistad, la creatividad, la imaginación, etc.
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Este es el resumen del artículo "Cómo sobrevivir en la economía hiperhumana" publicado en Sep/Oct 2004 en la revista The Futurist.
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