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Cuando Microsoft no pueda hacer Windows | 
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| El anuncio de Microsoft Corp. sobre el retraso del lanzamiento de su nueva versión de Windows, el Longhorn, para finales del 2006, tiene varias lecturas. Primero, podría dañar la reputación de Bill Gates, ya que desde que asumió su cargo de Presidente del Consejo y Arquitecto de Software en el 2000, ha dedicado más de un tercio de su tiempo al proyecto. Segundo, no habrá avances en el sistema operativo por al menos dos años, esto significa que los clientes tendrán menos razones para querer comprar nuevos equipos. Y tercero, esto le abre una puerta de oportunidades a los rivales de la empresa.
El caso Longhorn apunta a un problema recurrente en Microsoft: la publicidad y el mercadeo van antes que el desarrollo de innovaciones en la empresa. Para muchos, la prioridad se enfoca más en el mercadeo que en el desarrollo, lo que no es muy bueno para una empresa que quiere liderar la industria durante el siglo 21. Con Longhorn, Microsoft habló de una tecnología que no era capaz de entregar, particularmente por las presiones de seguridad que han amenazado últimamente a su sistema operativo.
Las noticias sobre el retraso del Longhorn han dado dos años de oportunidades a los rivales para mejorar sus productos y ganarse a los clientes. Red Hat, que vende el sistema operativo Linux, ha dicho que Microsoft no está en capacidad de cumplir con sus promesas por lo que ahora los clientes pueden ver que el sistema de código abierto realmente puede ser una opción.
Otras opiniones del sector de tecnología consideran que Microsoft podría aprender de uno de sus rivales: Apple Computer Co., que hace un buen trabajo dejando en incógnita sus nuevos adelantos y haciendo que sus seguidores mantengan la expectativa, como hizo en agosto pasado antes de lanzar su nueva iMac. En contraste, cuando Microsoft no cumple sus promesas, pierde credibilidad con los fabricantes de PC, productores de programas, y clientes. En la primavera pasada, cuando aparecieron los primeros signos del retraso del Longhorn, los amantes de la tecnología empezaron a llamarlo “Longwait” (long: larga; wait: espera). Las alusiones al nombre no representan una amenaza para la hegemonía de Microsoft. Pero su retraso le da oportunidad a la competencia justamente en momentos cuando la empresa necesita reavivar su negocio.
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Este es el resumen del artículo "Cuando Microsoft no pueda hacer Windows" publicado en Septiembre 13, 2004 en la revista Business Week.
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