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Hermano, ¿tendrás un centavo? | 
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| Casi después de dos años de la crisis argentina, las instituciones del país siguen sumando pérdidas. Aunque la solicitud de créditos ha aumentado, los bancos todavía tienen mucho que recuperar. Dada tal depresión en el mercado, no es de extrañar que los inversionistas extranjeros hayan "tirado la toalla". Se han vuelto comunes medidas como la eliminación de sucursales, el recorte de la nómina y altos descuentos en la cartera de créditos. Pero no todos tienen la alternativa de cerrar sus ramificaciones y llevar los recursos a otro mercado emergente. La mayoría de los bancos nacionales están apostando al país a pesar de la incertidumbre que predomina. Se podría pensar que la crisis financiera de Argentina ha sido una suerte inesperada para los competidores locales.
Entre las instituciones que han sacado provecho se cuentan: Banco Patagonia (que adquirió 80% del Banco Sudameris), Banco Comafi, Banco Macro Bansud, Banco Industrial y Banco Privado. Como el Patagonia, la mayoría son negocios de familias que lograron millones durante los años ochenta, operando las llamadas bicicletas financieras, el comercio cambiario especulativo y de corto plazo, y que, luego, en los años noventa, después de vender sus activos a inversores extranjeros, usaron sus influencias políticas para promover la privatización de más de un docena de bancos provincianos. Ahora, estos negociantes quieren volver a los grandes negocios, a la banca al detal y a las carteas de crédito dejadas por los inversionistas extranjeros.
El potencial es grande, ya que aunque todavía los bancos están perdiendo dinero, el sistema financiero está reconstruyéndose poco a poco. Pero habrá que ver qué pasa, ya que recoger los pedazos que ha dejado la crisis no será una tarea fácil. Entre otras cosas, un obstáculo es la expectativa ante lo que pueda decidir la Corte Suprema de Justicia respecto a los sectores medios de la población, encerrados en el "corralito financiero". Las debilidades estructurales podrían ser llevaderas si el mercado crediticio no estuviera tan deprimido. El problema, según los banqueros, es la carencia de demanda y el escepticismo de muchos frente al futuro económico de Argentina, particularmente tras las políticas del presidente Kirchner en cuanto a la deuda externa.
Según algunos expertos, existe el riesgo de que una vez que se logre el equilibrio natural, la nación entrará en un escenario de estancamiento económico parecido al japonés, en el que los bancos dejarán de funcionar como tales. Una precaución similar es la que proviene de los depositantes, aunque los bancos están usando distintas herramientas para tratar de ganarse la fidelidad de sus clientes, todavía los recuerdos del “corralito” están frescos.
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Este es el resumen del artículo "Hermano, ¿tendrás un centavo?" publicado en Septiembre 2004 en la revista LatinTrade.
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