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El alza de los déficits no tiene nada de macho | 
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| El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, censuró en la Convención Nacional Republicana a quienes cuestionan la salud de la economía estadounidense, como Alan Greenspan y Peter G. Peterson, que han advertido sobre los altos déficit federales y otros peligros. Pero el problema es que existe mucha evidencia de que tales preocupaciones son fundadas. La recuperación de la recesión del 2001 ha sido bastante débil, el crecimiento anual del PIB en promedio ha sido más bajo que en anteriores ciclos económicos. El salario también ha permanecido estancado.
Tal vez, esas consideraciones no le importen a los Republicanos; pero a otros sí les preocupa que el salario esté en su nivel más bajo con respecto al PIB desde 1929 y sus respectivas consecuencias en los beneficios de protección de la salud (5,2 millones de estadounidenses han perdido su seguro de salud, subiendo la cifra de no asegurados a un total de 45 millones). El pobre desempeño del empleo destaca por estar alimentado de una cantidad inaudita de estímulos monetarios y fiscales. Ahora, la reducción de impuestos para la clase media ya no existe y la Reserva Federal está subiendo las tasas de interés. El presupuesto federal se ha vuelto deficitario desde hace tres años. Y se espera que esta tendencia se mantenga en los próximos diez años, con un déficit equivalente a 6% del PIB.
El vicepresidente Dick Cheney dice que los déficit no importan; pero cada vez hay más consenso entre economistas sobre la probabilidad de un aumento de al menos un punto porcentual en las tasas de interés, como resultado del incremento del déficit estructural del presupuesto. La mayoría de los estadounidenses viven en una sociedad de deudas, no en una sociedad de propiedad de bienes. Tasas aún más altas sin duda empeorarán la situación.
Schwarzenegger desestimó el temor de que sociedades como la japonesa o la china se eleven por encima de la estadounidense. Pero el problema real es que en algún momento estas dejarán de prestarle en términos atractivos. Durante los últimos años los déficit han sido financiados por extranjeros, básicamente los bancos centrales de China y Japón. Quienes se han preocupado sobre las tendencias de la economía durante la presidencia de Bush no son afeminados o pesimistas, sino hombres y mujeres pensantes.
Y muchos de ellos son optimistas que creen que con un liderazgo presidencial sabio, la economía de Estados Unidos podrá desempeñarse mucho mejor, tal como se demostró durante el mandato del presidente Clinton.
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Este es el resumen del artículo "El alza de los déficits no tiene nada de macho" publicado en septiembre 27, 2004 en la revista Business Week.
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