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El dueño de América Latina | 
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| El hombre más poderoso de América Latina, Carlos Slim, comenzó a amasar su fortuna de US$ 14.000 millones en México, en el negocio financiero y comercial, y le dio consistencia cuando compró Telmex. Su estrategia es simple: comprar barato y rentabilizar. En 2003, con Telmex, se quedó con AT&T Latin America, la ecuatoriana Conecel, la colombiana Celcaribe y la salvadoreña CTE. En 2004, apostó en Brasil pagando US$ 360 millones por la deseada Embratel.
Mientras tanto, América Móvil, su operadora celular, ya suma 41 millones de abonados en la región. Sólo Telefónica de España le saca el cuerpo en un juego que se definirá en Brasil y México. Slim controla 78% de su país; la española, el 45% de Brasil. Ambas necesitan crecer en territorio ajeno. Slim dice que América Latina necesita infraestructura y se ofrece para construirla. Para eso creó el fondo Impulsora para el Desarrollo Económico de América Latina (Ideal), con US$ 800 millones. Cree que unos 60 millones de latinoamericanos se incorporarán al mercado hacia 2008. Sus empresas están involucradas en más de un tercio del movimiento de la Bolsa Mexicana de Valores. Y sus acciones no paran de crecer.
¿Qué queda para Slim? Si bien quedan telcos atractivas por comprar en Brasil, Centroamérica y Chile, sus próximas grandes noticias podrían venir de la infraestructura. Hoy le sobra tiempo y dinero. Este año traspasó el manejo del Grupo Carso a su hijo Carlos y a su hijo Patrick, el de América Móvil. El mensaje: Slim no se agota en sí mismo.
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Este es el resumen del artículo "El dueño de América Latina" publicado en Octubre 2004 en la revista América Economía.
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