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Ahora los recién graduados no consiguen empleo | 
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| Por muchos años, sólo 4% de la población china podía lograr entrar a la universidad; pero, desde 1990, con el proceso de apertura de este país, la cifra aumentó a 17% y se incrementó la cantidad de instituciones educativas. Esta expansión trajo un nuevo problema: la carencia de suficiente oferta de empleo para los recién graduados. Se calcula que este año habrá 2,8 millones de graduados y para el 2005 se espera que el sistema produzca 4,3 millones. Los funcionarios de Gobierno y expertos en el tema están conscientes de la situación. De hecho, los economistas calculan que la tasa de desempleo en las zonas urbanas chinas está entre 8% y 10%.
La cifra de desempleo se alimenta de las personas que quedaron cesantes después de que cerraran las no competitivas empresas del Estado, lo que también ha causado otro fenómeno, el de la protesta en contra de la privatización de las mismas. En su historia, China se ha caracterizado por la acción política por parte de los estudiantes, razón por la cual podrían esperarse manifestaciones producto del malestar actual por la falta de empleo (aun cuando las autoridades laborales argumentan que este rasgo de la sociedad ya está obsoleto).
En cuanto a las medidas del Gobierno, éste ha estado motivando a los graduados a comenzar sus propias empresas mediante el otorgamiento de créditos y otras facilidades. Existe también una campaña para que este sector lleve la prosperidad al interior del país; unos 10 mil voluntarios se han inscrito en los programas de trabajo para las zonas más desposeídas de China. Pero esta no es una solución práctica, ya que después de la preparación universitaria, los graduados aspiran poder vivir en las grandes ciudades y disfrutar de un mayor nivel de vida. Además, en estos centros urbanos es donde están las grandes empresas y multinacionales. El problema es que estas últimas no buscan precisamente personal recién graduado, sino con alguna experiencia.
A largo plazo, el crecimiento de la población estudiantil es clave para el desarrollo de China. Con el tiempo, facilitar el acceso a la universidad tendría que ayudar a elevar el nivel de la fuerza de trabajo y cambiar de una manufactura intensiva a un desarrollo de industrias de servicios. Pero, por ahora, quienes acaban de salir de la universidad están ansiosos y no muy dispuestos a pasar horas buscando trabajo.
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Este es el resumen del artículo "Ahora los recién graduados no consiguen empleo" publicado en Octubre 11, 2004 en la revista Business Week.
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