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Pruebas de personalidad: de vuelta y vengativas | 
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| Las pruebas de personalidad tuvieron su mayor auge en los años cincuenta. La idea era conformar burocracias uniformes. Para los años noventa, este enfoque había cambiado. Se preferían creatividad, innovación e individualidad. Hoy en día, esos instrumentos han resurgido, fusionando ambos rasgos: la búsqueda del empleado perfecto de los años cincuenta con la individualidad del de los años noventa. ¿Qué hacer si en la búsqueda de empleo se topa con una de estas pruebas?
Las pruebas de hoy en día se ocupan más de los elementos laborales que motivan a la persona. La idea es ayudar, tanto a empleados como a gerentes, a entender y apreciar los estilos y fortalezas de cada quien, para que el trabajo en conjunto sea más llevadero y los empleados puedan cuadrar en el desempeño que les toque sin grandes conflictos.
Aunque no es posible estudiar para ninguna de estas pruebas, es posible prepararse para ellas de cierto modo. Antes de una entrevista, investigue los valores más preciados de la empresa en cuestión: vaya a la página Internet, busque artículos recientes, etc.
Tomarse el tiempo para entender la intención y la lógica de una prueba de personalidad no sólo le ayudará a calmar los nervios sino que también le dará más libertad para tener una conversación más dinámica con su futuro empleador. Por otra parte, no trate de jugar con estas pruebas, es decir, mentir o adivinar la intención de alguna pregunta. Estas herramientas están bien diseñadas y es posible evaluar si las respuestas son consistentes.
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Este es el resumen del artículo "Pruebas de personalidad: de vuelta y vengativas" publicado en Noviembre 2004 en la revista Fast Company.
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