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Abiertas todas las apuestas | 
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| Después de una década de crecimiento financiero, la industria del juego y las apuestas en Estados Unidos está tratando de consolidarse y expandirse en el resto del mundo. Pero el creciente desarrollo de las apuestas en línea se topa con la prohibición legal de las mismas. Por tal motivo, llevar el negocio fuera de las fronteras podría traducirse en la obtención de grandes beneficios. En el país el icono del juego es la ciudad de Las Vegas, en Nevada. Otros Estados han seguido la pauta y así la actividad se ha más que duplicado en los últimos diez años. Hoy en día, 39 Estados tienen loterías y en 34 están permitidos los casinos.
A medida que los estados estadounidenses permiten el funcionamiento de los casinos, también se aprovechan de ellos en materia impositiva, debido a las altas tasas tributarias. Esto es aún más visible en las regiones que deben afrontar un fuerte déficit fiscal. El segundo reto es la saturación, particularmente de Las Vegas. Con los altos impuestos y un mercado saturado es lógico que se busquen otros horizontes para el negocio. Otros países también están madurando la idea, como Gran Bretaña. Macau, en Asia, está abriendo la competencia en el segmento. El interés de los Gobiernos al respecto estriba en el atractivo del negocio con relación a los impuestos. El juego también es una actividad a desarrollar en Europa, aunque actualmente está fragmentada y desorganizada. Sólo destacan algunos nombres como Mónaco o Francia, que tiene 160 casinos; pero estos son solo pequeños clubes en las afueras de las ciudades. El casino más grande de Europa está en Portugal.
En cuanto a la tendencia en línea, ya existen cerca de 1.500 sitios electrónicos de apuestas que ofrecen varias alternativas. Para el final de la década se espera que el retorno de este negocio llegue a US$ 10 mil millones. El mayor reto es que todavía este negocio es ilegal en Estados Unidos, pese a que los estadounidenses ya apuestan millones de dólares en el ciberespacio. Las empresas han optado por salir a lugares como Antigua, Gibraltar y Costa Rica. En Europa, donde son comunes las máquinas en los centros de entretenimiento, el videojuego tiene mayor auge, particularmente en el sector juvenil, que se siente menos atraído por los casinos.
Algunas opiniones sobre los efectos negativos de las apuestas en línea señalan el poco control que se tiene sobre el público menor de edad, que puede ingresar en los sitios. También se ha hablado de las tasas de suicidios, bancarrotas y violencia doméstica que desata el establecimiento de casinos en algunas ciudades. No obstante, no se ha logrado determinar que habrá alguna influencia social cuando se apruebe la legalización de los establecimientos de juego. Una razón es que es difícil separar el impacto de otros factores como el estado de la economía. La industria del juego en Estados Unidos ha hecho de todo para ganarse la aprobación, pero cabría preguntarse si el éxito doméstico puede repetirse globalmente. La competencia y el aumento de la competencia harán que los ingresos bajen. Por otra parte, la consolidación del negocio con la tendencia en línea parece inevitable.
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Este es el resumen del artículo "Abiertas todas las apuestas" publicado en Octubre 02, 2004 en la revista The Economist.
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