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Luchando con la globalización | 
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| En la mente de muchos estadounidenses, la globalización es la culpable de la crisis de empleo en Estados Unidos; pero, en realidad, el problema es mucho más complejo. La razón de la caída de las cifras está estrechamente relacionada con el alto crecimiento de la productividad. La presencia de este tema en la opinión pública explica por qué la política comercial ha estado incluida en la campaña electoral con más ahínco que hace cuatro años. La contienda se muestra como un concurso entre el proteccionista (John Kerry) y el candidato del libre comercio (George Bush). El primero está en contra del outsourcing, mientras que el segundo califica a Kerry de ser propulsor del aislamiento económico.
Ambos candidatos abogan por ideas sobre cómo tratar con la globalización sin rechazarla. La mayoría de los políticos sucumben a la tentación de propugnar por el proteccionismo a medida que se acercan las elecciones. Pero, Bush ha tomado la vía opuesta. Su equipo no ha dudado en impulsar acuerdos comerciales, y su estrategia ha sido la de “liberalización competitiva”, en la cual se persiguen al mismo tiempo negociaciones bilaterales, regionales y globales (aunque los logros de algunas son un tanto dudosos). Muchos pensaron que tras el colapso de Cancún, el año pasado, su administración se limitaría a las conversaciones bilaterales, dejando de lado las globales, pero contrariamente se concentró más en el Ronda de Doha. Bush también ha evitado tomar decisiones en cuanto a China (para que revalúe su moneda) para ganar votos. Bush ha tomado el camino de mostrar su entusiasmo por el comercio y así ha dibujado su contraste con Kerry.
El candidato demócrata, en contraste, está aprovechándose del rechazo al comercio de algunos estados álgidos (electoralmente hablando). Sus propuestas básicas son una reforma tributaria para promover la manufactura y desestimular a las empresas con respecto al outsourcing, y una estrategia de comercio enfocada en el refuerzo de las existentes leyes de comercio. Aunque fue considerada al principio como una idea aceptable, la propuesta de Kerry ha sido criticada como poco manejable y llena de consecuencias no previstas. En política comercial, ha propuesto un plan para reforzar los acuerdos y leyes existentes en Estados Unidos sobre la materia. Algunas ideas son razonables pero otras están diseñadas para aplacar a los proteccionistas de los sindicatos. Kerry ha criticado la manipulación de la moneda por parte de China y ha prometido esfuerzos más contundentes para detenerla. Sus seguidores dicen que su política es simplemente un seguimiento de la de Clinton y, en el fondo, insisten, es un adepto al libre comercio.
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Este es el resumen del artículo "Luchando con la globalización" publicado en Octubre 09, 2004 en la revista The Economist.
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