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Fuerza G | 
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| El G7 no es más que un conjunto de países que tratan de coordinar sus políticas económicas. Pero, últimamente se ha puesto de manifiesto la necesidad de reformarlo. El G7 fue creado para solventar un problema puntual. Pero, con el tiempo, dicho problema se esfumó o cambió sin que la institución como tal lo hiciera. El resultado es un foro en el que reina el desorden.
La tarea original de G7 era administrar los ajustes en la cartera de pagos de sus miembros. Pero algunos economistas consideran que este tipo de cosas deberían ser libradas a las fuerzas del mercado; de este modo, los expertos de cada país podrían concentrarse en los problemas internos. La cooperación internacional es el resultado de un mal desempeño interno.
Este mes, los ministros de finanzas del G7 invitaron por primera vez algunos funcionarios chinos a cenar. Pero, China necesita más que una comida. Es preciso crear un nuevo grupo que incluya representantes de las monedas más importantes y nada más: Estados Unidos, Europa, Japón y China. El “G4” se encargaría de velar el balance de la cartera de pagos entre dichas naciones.
Sin la inclusión de China, el G7 será incapaz de lograr mucho. Pero la inclusión de China, o la creación del G4, no crearán consenso donde no lo hay. El interés en hacer estas reformas durará sólo en la medida que las economías de los diversos países así lo requieran.
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Este es el resumen del artículo "Fuerza G" publicado en Octubre 09, 2004 en la revista The Economist.
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