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Petróleo por doquier |
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| Las estaciones de gasolina de Bagdad están más secas que cuando empezó la invasión estadounidense en 2003. Algunos conductores esperan hasta 24 horas, durmiendo en sus vehículos. Cuando se les ha dicho que no hay gasolina, algunos han empezado a disparar. ¿Cómo es posible, se preguntan, que no haya gasolina en un país productor de petróleo?
Los insurgentes responderán que el ejército estadounidense se roban todo el petróleo. Otros le echarán la culpa a la baja capacidad de las refinerías iraquíes o a los atentados terroristas. Sin embargo, la razón más importante es que el gobierno de Irak a establecido el precio del petróleo a aproximadamente US$ 0,1 el litro.
Los funcionarios y dueños de gasolineras con acceso al petróleo subsidiado cuentan con dos opciones. Por una parte, pueden hacer lo correcto y legal, es decir, entregar el petróleo. Pero, por la otra, venderlo en el mercado negro, en donde el precio es de 10 a 100 veces mayor. Muchas personas han elegido la opción más lucrativa.
El subsidio del petróleo en Irak es un problema heredado de Saddam; pero hay dos cambios que han hecho inviable el sistema. Primero, más iraquíes tiene automóviles; segundo, el país está sumido en el desorden.
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Este es el resumen del artículo "Petróleo por doquier" publicado en Diciembre 18, 2004 en la revista The Economist.
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