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Casi listo: cómo se mueven los líderes | 
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| La mayoría de los sucesores de cualquier CEO son los suficientemente talentosos, trabajadores e inteligentes como para haber llegado hasta arriba y, sin embargo, no llegar a la cima. Lo que estos ejecutivos no entienden es que las cualidades que los ayudaron a ascender al puesto dos no son suficientes para llegar al puesto uno.
Los aspirantes a CEO deben dominar el arte de formar coaliciones y ganar apoyo. Deben, además, conformar su conciencia y sensibilidad de acuerdo con las necesidades de los jefes y compañeros influyentes, pues pocas veces reciben retroalimentación relacionada con su desempeño una vez que están en vías de convertirse en CEO.
De hecho, la habilidad para detectar señales es una parte importante de la prueba. Cuando el sucesor no lo está haciendo bien, muchas personas pagan el precio. Entre estas: integrantes de la junta directiva que no supervisaron el proceso de sucesión, organizaciones de recursos humanos que deberían tener la capacidad de ayudar pero no lo hicieron, y el CEO que hizo un mal trabajo al impulsar un posible sucesor.
Pero el aspirante también es responsable. Este puede incrementar drásticamente sus posibilidades de éxito si entiende el punto de vista de su jefe, conoce sus propias limitaciones y administra bien las relaciones y alianzas. Y, sobretodo, debe aprender a comportarse con madurez y sabiduría, lo que indica que está listo, y no casi listo, para ser el presidente.
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Este es el resumen del artículo "Casi listo: cómo se mueven los líderes" publicado en Enero 2005 en la revista Harvard Business Review.
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