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¡Falso! |
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| La falsificación de productos ha crecido a unos niveles alarmantes. La Organización Mundial de Aduanas calcula que la imitación constituye de 5% a 7% del comercio global, lo que significa una pérdida de US$ 512 mil millones al año. El decomiso de mercancía falsa ha aumentado 46% en las aduanas estadounidenses. Según la Organización Mundial de la Salud, 10% de todas las medicinas vendidas mundialmente son falsas.
Es tal la magnitud del problema, que las multinacionales están esforzándose por detener o, al menos, disminuir la falsificación de productos. Las compañías están contratando detectives en todo el mundo, y presionando Gobiernos, desde Beijing hasta Brasilia, con el fin de acabar con este flagelo. Incluso algunas compañías chinas, amenazadas por mercancías falsas, se han sumado a los esfuerzos.
China es fundamental para la solución del problema. Desde que este país se convirtiera en una potencia económica, su industria de la falsificación ha crecido descontroladamente: casi dos tercios de la piratería y los productos falsos del mundo. Esto ha obligado a Estados Unidos a denunciar a China en la Organización Mundial de Comercio. Y esta presión está comenzando a rendir sus frutos. China está empezando a tomar las cosas más en serio dado el reclamo conjunto de Estados Unidos, Europa y Japón.
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Este es el resumen del artículo "¡Falso!" publicado en Febrero 7, 2005 en la revista Business Week.
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