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La nueva guerra de las medicinas | 
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| Hace unos años, si contaba con un buen trabajo, su seguro costeaba la adquisición de medicinas o por lo menos cubría el 80%. Ahora el panorama ha cambiado. Muy pronto tanto empleadores como aseguradoras cambiarán las reglas. Por ejemplo, si la medicina que se necesita es cara y sus ventajas sobre otras más baratas no están muy claras, la persona deberá absorber la diferencia (que podría ser de miles de dólares dependiendo de la enfermedad).
Este nuevo sistema será un dolor de cabeza para médicos, pacientes y particularmente para los laboratorios, pero también obedece a una crisis que ha sido difícil de manejar. Ejemplos: Las medicinas suman un 31% de los US$ 4 mil millones que General Motors gasta anualmente en el cuidado de la salud de sus empleados, y en la Kodak este concepto abarca US$ 100 millones del presupuesto de salud de la compañía (US$ 320 millones).
Son varias las alternativas que se pueden poner en práctica. Una de ellas podría ser cierto castigo económico a aquellos empleados que gozan de un plan de salud y optan siempre por comprar las medicinas más caras (algunos pueden adquirir medicamentos genéricos por US$ 5 y optan por uno de marca por US$ 20). Otras prácticas apuntan a que las aseguradoras de grandes empresas recurran al “precio referencial”, según el cual se reembolsaría no más de la cantidad correspondiente al precio promedio en el mercado de la medicina prescrita en una consulta médica.
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Este es el resumen del artículo "La nueva guerra de las medicinas" publicado en Marzo 31, 2003 en la revista Forbes.
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