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Protestas silenciosas | 
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| La industria de la construcción nuclear estadounidense parecía muerta; sin embargo, si los precios continúan en alza; si la gente se sigue preocupando por anhídrido carbónico; si la violencia continuara en el Medio Oriente, es muy posible que la energía nuclear vuelva al país. En los últimos cinco años, los entusiastas por la energía atómica se han dedicado en silencio a apoyar la iniciativa de construir, quizá, cinco reactores en el 2015, una docena en el 2020, y 50 para mediados del siglo.
Las compañías nucleares más importantes, Exelon y Entergy, han formado un consorcio llamado NuStar Energy con la misión de elegir dos localidades para septiembre y sólo entonces comenzar a gestionar la permisología para construir los reactores. NuStart aspira obtener para el 2007 la certificación del diseño del reactor y el financiamiento necesario (US$ 1,5 mil millones por planta).
Si bien no existe ninguna planta nuclear totalmente segura, la industria insiste en que las 103 actuales plantas de Estados Unidos son más seguras que nunca: bien sea accidente o terrorismo. Sin embargo, los reactores comerciales estadounidenses han acumulado 50.000 toneladas de uranio altamente tóxico. Las plantas nucleares ya no cuenta con mucho espacio para almacenar los desperdicios nucleares, por lo que se ha planificado construir un depósito en Yucca Mountain, en el estado de Nevraska; pero, el proyecto todavía está en pañales.
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Este es el resumen del artículo "Protestas silenciosas" publicado en Enero 31, 2005 en la revista Forbes.
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