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¡Achís! | 
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| La economía japonesa pareciera ser alérgica al crecimiento. Por más de una década, a cada intento de crecimiento le ha seguido una reacción negativa. Ahora, con la tasa de crecimiento en franca caída, las alergias podrían debilitar la economía una vez más.
Los economistas no hallan respuestas claras a partir de las volátiles estadísticas del Japón. En términos generales, la economía parece más sana que en otras tiempos. En cinco años, el desempleo se ha ubicado en su punto más bajo: 4,5%. Asimismo, el número de bancarrotas ha disminuido considerablemente.
Sin embargo, el decrecimiento de la producción generará desconfianza entre consumidores y compañías. Las predicciones más recientes de los expertos señalan que el PIB crecerá sólo 1,6% para este año. A finales de este mes, el Banco del Japón señaló que los precios empezarían a subir a mediados de este año.
Dado que las exportaciones e inversiones relacionadas han ayudado al crecimiento japonés, mucho dependerá de la salud de sus socios comerciales, sobre todo de China. De hecho, China desplazó en el 2004 a Estados Unidos en cuanto socio comercial de Japón.
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Este es el resumen del artículo "¡Achís!" publicado en Enero 29, 2005 en la revista The Economist.
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