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Los maestros del anillo | 
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| New Line entró en las grandes ligas con la trilogía cinematográfica de El señor de los anillos, que fue un negocio histórico: costó US$ 350 y fue filmada en Nueva Zelanda por un director desconocido de historietas de horror. Sin embargo, logró recaudar US$ 3 mil millones en todo el mundo; US$ 1 mil millones por las ventas del DVD; y US$ 1 mil millones más por la venta de mercancía relacionada con las películas. La última película de la trilogía ganó once Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director.
Pero ahora viene la parte difícil: mantenerse ahí. El próximo proyecto de Bob Shaye y Michael Lynne, copresidentes y directores ejecutivos de New Line Cinema, es otra trilogía llamada His Dark Materials, y cuya primera parte costará US$ 130 millones. La trilogía está basada en el libro del escritor británico Philip Pullman.
Hay nerviosismo en New Line por probar que “el anillo” fue un éxito. Sobre todo porque Shaye y Lynne no cuentan con el respaldo de los grandes estudios cinematográficos. Otro éxito como el de la trilogía anterior podría mantener la compañía en las alturas, pero un fracaso de US$ 130 millones constituiría un duro golpe. ¿Valdrá la pena arriesgarse?
Por 37 años, New Line ha logrado demostrar mejor que otros las bondades de asumir el riesgo. El éxito del estudio se ha debido en parte a un manejo conservador de los presupuestos. Sin embargo, Shaye y Lynne sufrieron varios fracasos en los años noventa. Fue sólo gracias al éxito en 2001 de la trilogía del anillo que lograron mantener el control de New Line.
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Este es el resumen del artículo "Los maestros del anillo" publicado en Febrero 07, 2005 en la revista Fortune.
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