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Trabajos extremos



Revista: Fast Company
Tema: Compensación y salario
Fecha: Abril 2005
Autor(es): Sandra Shap
El domingo 7 de noviembre fue un día bastante movido para John Bishop, un experto financiero de Citigroup: tras trabajar hasta las 10 pm la noche anterior, Bishop se levantó a las 6 am y se dirigió a Staten Island para correr en el Maratón de Nueva York. Tres horas y 49 minutos después (suficiente tiempo para quedar en el puesto 6.363 de entre 35.562 maratonistas), llegó a la meta y se dirigió a casa para pasar unas horas antes de ir a una conferencia a las 6 pm en la oficina. Una importante presentación que debía hacerle a un cliente el siguiente día en Houston lo mantuvo despierto hasta la 1:30 am. A las 4 am había vuelto a la oficina para sacar algunas fotocopias y las 5:30 am tomó el avión. A las 9 am, en Texas, Bishop se reunió con el cliente y luego volvió a las 7 pm a su oficina en Nueva York para trabajar unas horas más. Ya cansando, decidió irse a dormir a las 10 pm.

Claro que esto es demasiado, incluso para los estándares de la banca de inversión, pero no está lejos de la realidad. “Es posible que sea un adicto al trabajo. Para mí es normal trabajar de 90 a 100 horas semanales”, señala Bishop, mientras bebe una taza de café un viernes por la noche en un establecimiento cercano a su oficina.

Ya quedaron atrás los tiempos en los que trabajar 60 horas a la semana significaba que uno era un guerrero corporativo, dispuesto a poner el trabajo por encima de todo. Ahora, con tantas reducciones de personal y un mercado laboral congelado, los empleados saben que irse temprano a casa significa perecer: trabajan más no porque les guste su trabajo, sino porque tienen miedo.

Los implacables efectos de la globalización y la competencia se han combinado para crear una nueva clase de empleos más que exigentes. Entre dichos empleos podemos nombrar, por ejemplo: la banca financiera; las consultorías gerenciales, con sus constantes viajes; y un sinnúmero de empleos que requieren una constante comunicación y coordinación con el Lejano Oriente (desde manufactura a desarrollo de programas informáticos). Bienvenidos sean los trabajos extremos.




Este es el resumen del artículo "Trabajos extremos" publicado en Abril 2005 en la revista Fast Company.

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