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El negocio del diseño |
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| ¿Cuál es su IQ? No, no su coeficiente de inteligencia, sino su coeficiente de imaginación. Según Roger Martin, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de Toronto, la economía estadounidense está sufriendo una transformación radical. A medida que la producción de bienes y servicios se vuelve rutinaria, las ganancias derivadas de gran parte de las industrias se acumulan en China y la India. Una economía de escalas no es suficiente para prosperar en un mundo en el que los mercados se globalizan rápidamente. Las compañías sólo prosperarán si continúan innovando y creando “productos y servicios elegantes y refinados”.
Para Martin, la economía de la información ha dado paso a la economía del diseño, así como la primera desplazó a la economía de servicios y manufactura. Y este cambió supondrá, a su vez, una serie de cambios en los líderes y gerentes: “La gente de negocios no necesitará entender mejor a los diseñadores, sino convertirse en diseñadores”, sentencia.
La creación de valor supone hoy en día el uso de una de las armas más competitivas de los diseñadores: la imaginación. Cuando nos detenemos y nos preguntamos “¿cuál es el problema que debemos resolver?”, estamos haciendo exactamente lo que hace un diseñador: asumir un reto y tratar de darle solución.
El problema es que, al enfrentar problemas, la mayoría de los negocios hacen lo que mejor saben hacer: reducen los números, analizan, y redefinen el problema; “de modo que ya no es un problema”. La mayoría de las compañías no están preparadas para este nuevo tipo de economía en la que los vencedores serán los diseñadores.
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Este es el resumen del artículo "El negocio del diseño" publicado en Abril 2005 en la revista Fast Company.
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