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La gran apuesta de Wal-Mart | 
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| Wal-Mart y más de 100 de sus proveedores están enfrascados en un gran experimento que podría tener como resultado la adopción definitiva de las etiquetas de radiofrecuencia, mejor conocidas como RFID, o relegarlas a la lista de tecnologías que han prometido más de lo que podían dar.
Si bien algunos productores están más adelantados que Wal-Mart en la implementación de las RFID, otros no tienen muy claro que la adopción de semejante tecnología rendirá sus frutos. Para este tipo de productores, la mayor razón para implementar las etiquetas de radiofrecuencia es no perder a Wal-Mart como su principal cliente.
Según Andrew Macey, vicepresidente encargado de la cadena de suministros de Sapient Corp., “siempre ha habido una relación amor odio entre Wal-Mart y sus proveedores”. “Trabajar con Wal-Mart es un arma de doble filo –continúa-, las ganancias son jugosas; sin embargo, es difícil lidiar con la parte administrativa de Wal-Mart; y el problema de las RFID se ha venido a sumar al descontento”, concluye.
Los proveedores de Wal-Mart han invertido en conjunto un total de US$ 250 millones para poder implementar las RFID. Sin embargo, la mayoría está convencida de que esto no traerá mayores beneficios y, lo que es peor, considera que hasta ahora dicha tecnología ha sido una pérdida de dinero.
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Este es el resumen del artículo "La gran apuesta de Wal-Mart" publicado en Abril 2005 en la revista Industry Week.
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