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Por qué las cuentas privadas son una mala política pública



Revista: Business Week
Tema: Economía
Fecha: Abril 04, 2005
Autor(es): Robert J. Barro
Las cuentas personales del Seguro Social tienen sus virtudes, pero los argumentos en contra y a favor son mitos. Después de todo, las cuentas son una mala idea. Los puntos a favor más importantes están relacionados con los derechos de propiedad y la libertad de elección. Cuando la gente contribuye a una cuenta personal, los beneficios quedan aislados de los designios del Congreso de turno. Además, a diferencia del sistema actual, las contribuciones no son un impuesto que desaliente el trabajo.

Entre los mitos en contra está que la transición de un sistema al otro supone grandes préstamos por parte del Gobierno. De hecho, una transición apoyada sobre el financiamiento de la deuda supone una substitución de pasivos explícitos (bonos gubernamentales) por pasivos no financiados (beneficios futuros en el actual sistema). No hay efectos sustanciales en las tasas de interés, los ahorros nacionales y el desbalance actual de la cuenta corriente.

Un buen análisis comenzaría por preguntarse por qué tenemos un Seguro Social. Si no estuviéramos acostumbrados al mismo, nos parecería extraño que el Gobierno recolecte dinero de los trabajadores jóvenes y se lo de a los más viejos (los familiares de los trabajadores). Una explicación es que el Gobierno debe ayudar a la gente que carece de disciplina para ahorrar. Esta es una visión paternalista. Es cierto que la sociedad siempre proveerá bienestar a los viejos más necesitados. Con esto en mente, ciertas personas ahorrarán muy poco y dependerán del apoyo público cuando sean viejos. Así pues, hay una razón para que los trabajadores ahorren.

Para proveer una buena calidad de vida, los beneficios de Seguro Social deben estar indexados a los precios. La práctica de indexar los beneficios iniciales a los salarios pasados debe ser eliminada.




Este es el resumen del artículo "Por qué las cuentas privadas son una mala política pública" publicado en Abril 04, 2005 en la revista Business Week.

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