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El juego del “7-en-1” | 
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| Bancos españoles y detallistas estadounidenses hacen mutis por el foro y han dejado a telefónicas mexicanas, cerveceras brasileñas y empresas alimenticias colombianas la responsabilidad de llenar el vacío. Sin embargo, la inversión extranjera directa (IED) sigue sin encontrar demasiado atractivo en Centroamérica.
Dos razones básicas explican por qué el istmo no resulta seductor para la IED: escala y ambiente. Las economías aún no han logrado integrarse en una sola región –el juego del “7-en-1”: siete países (incluyendo a Belice), un solo mercado– ni resolver sus problemas de inseguridad jurídica, regulatoria y personal
Como resultado, la IED ha fluido por goteo al istmo: sólo US$ 17.587 millones entre 1997 y 2004, según la Conferencia Económica para América Latina (Cepal) y otros organismos. Las inversiones provienen principalmente de empresas de Estados Unidos, la propia Centroamérica, México, Europa y una silenciosa pero activa Canadá. En promedio, la IED representa un 12% de la inversión total de los países, dice un documento de la Academia de Centroamérica, en San José.
Centroamérica se benefició del atractivo de América Latina durante los años noventa, cuando el flujo de capital a la región crecía más que en Asia y el Pacífico, China, Europa Central y del Este y África. Pero los fondos comenzaron a disminuir desde 2000 y muestran ahora un comportamiento volátil. Parte del asunto radica en que, por un lado, se agotó el proceso de privatizaciones y, por el otro, países como China e India, son más tentadores.
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Este es el resumen del artículo "El juego del “7-en-1”" publicado en Mayo 2005 en la revista América Economía.
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