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Yo espío, tú espías | 
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| En el mayor escándalo de espionaje corporativo de Israel están involucradas algunas de las principales compañías. La lista de implicados y arrestados crece día a día.
Todo comenzó el pasado otoño con una denuncia que hizo un escritor ante la policía, pues algunas partes del libro que estaba escribiendo habían aparecido en Internet. El caso terminó de la forma más extraña posible: tres respetadas firmas de investigación habían contratado a expertos para que desarrollaran virus informáticos personalizados para sus respectivos clientes.
Por unos miles de dólares, el llamado “virus troyano” permitía a sus usuarios navegar a voluntad dentro de las computadoras de la competencia. De este modo fueron descargados decenas de miles de documentos privados. Los implicados en el caso son una compañía de importación de automóviles, una compañía de purificación de agua, un fabricante de pintura, una consultora y, lo peor de todo, tres de las subsidiarias de Bezeq, el monopolio de telefonía fija de Israel.
Pero, ¿por qué los investigadores privados incurrieron en un método ilegal? ¿Es que acaso había tantos jefes sin saber de esta situación? Algunos analistas atribuyen esta situación a la naturaleza de la economía israelí: pequeña, competitiva, dominada en cada sector por unas cuantas firmas, y sobrecargada con impuestos y normas.
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Este es el resumen del artículo "Yo espío, tú espías" publicado en Junio 06, 2005 en la revista The Economist.
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