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Son los emprendedores, ¡estúpido! | 
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| El crecimiento supone producción, que a su vez supone inversión, que surge de las ganancias. El crecimiento se viene a menos cuando destruimos los capitales de inversión mediante regulaciones e impuestos. Dos buenos ejemplos de esto son Francia y Alemania. El año pasado, Francia creció sólo 2,1%, mientras que Alemania creció sólo 1,6%. La recuperación de Europa depende no tanto de más leyes, sino de atraer, mantener y cultivar más empresarios. A continuación, algunos consejos:
1. Impuestos razonables: cada país debe determinar qué es lo razonable, pero los gobiernos deberían tomar en cuenta lo movibles que son los capitales. Estos se irán adonde haya impuestos bajos. Los emprendedores quieren conservar sus ganancias no por avaricia, sino porque quieren reinvertirlos.
2. Mercados laborales y comerciales libres: los emprendedores deben tener la libertad de contratar y despedir a quien quieran. Además, deben tener la facilidad de buscar proveedores y clientes en todo el mundo.
3. La ley del trabajo debe ser clara y fomentada: las grandes compañías manipulan el sistema político en favor propio. Esto sucede en todo el mundo. Pero cuando esto deja de ser excepcional y se vuelve la norma, los emprendedores deciden escapar.
4. Fomentar la inmigración: Australia, Nueva Zelanda y, en menor grado, Gran Bretaña, gozan de salud económica, como Estados Unidos, gracias a la inmigración. Los inmigrantes bien formados abren empresas de tecnología, y los menos formados abren empresas familiares.
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Este es el resumen del artículo "Son los emprendedores, ¡estúpido!" publicado en Julio 04, 2005 en la revista Forbes.
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