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Pagar por sonar |
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| La “payola” (el pago de dinero por colocar cierto tema musical en la radio) existe desde los años cincuenta, y continúa hasta el día de hoy. Esta semana, Sony BMG, un sello disquero líder, pidió disculpas y acordó pagar US$ 10 millones por haber sobornado ciertas estaciones radiales. Según Eliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, los sobornos continúan tanto en la industria disquera como en el negocio de la radio.
Pero la industria de la radio tiene su grado de culpa por propiciar la payola. Por ejemplo, los empleados de Clear Channel, una de las compañías de radio más importantes de Estados Unidos, recibieron recientemente correos electrónicos en los que se les ofrecían bienes electrónicos, boletos aéreos, hoteles, zapatos e instrumentos musicales.
La radio es el medio más efectivo para promover un nuevo artista y vender discos. Hay una gran competencia por los espacios de cualquier programa de radio popular, así que la tentación de sobornar es enorme. Por lo general, los sellos disqueros pequeños sufren porque no pueden pagar sobornos.
Aunque en líneas generales la payola es negativa, a veces ha impulsado grandes artistas. Las compañías de radio escogen la música centralizadamente, con grupos focales, y tienden a rechazar lo que no encaja en los mismos. Según documentos de Sony BMG, ciertas canciones de Jennifer López han sido promovidas mediante payola. Por su parte, bandas como Audioslave, que hace música menos comercial, también se ha beneficiado gracias al soborno. Según confiesa un ejecutivo de la industria musical: “Tuve que pagar para que mi banda, que hace música complicada, entrara a las radios clave”.
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Este es el resumen del artículo "Pagar por sonar" publicado en Julio 30, 2005 en la revista The Economist.
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