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¿Vidas paralelas? | 
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| En 2004 Brasil y Argentina tuvieron el más alto crecimiento económico de la última década, con tasas de 4,9% y 9%, respectivamente. Sin embargo, la percepción externa es diametralmente opuesta: mientras se aplaude la economía brasilera y se aprecia que entró en un sendero de crecimiento sostenido, la recuperación argentina fue minimizada por el Fondo Monetario Internacional al compararla con la experiencia de otros países que sufrieron crisis similares (Corea, Turquía). ¿Están las economías de estos países vecinos en veredas contrarias?
Tanto Argentina como Brasil presentan hoy una menor vulnerabilidad externa que durante los años noventa, sustentada en el superávit primario fiscal y superávit de cuenta corriente. En ambos casos la mejora responde a aumentos de la presión tributaria, que ya era elevada, y no a un control del gasto público. La mejora fiscal de estos países estuvo acompañada por un cambio de signo en las cuentas corrientes que dejaron de ser deficitarias, ayudadas por una fuerte devaluación de sus monedas.
Otro punto en común son las exportaciones, que alcanzan entre 16% y 20% del PIB y experimentaron un fuerte crecimiento en los últimos años. Asimismo, los servicios de la deuda pública (intereses más amortizaciones) de cara al futuro no son muy diferentes: en 2006 en Argentina alcanzarán 7,1% del PIB, entre intereses (2,3%) y amortizaciones (4,8%), mientras que en Brasil serán de 8,1%, entre intereses (6,2%) y amortizaciones (1,9%). Por lo tanto, ¿en qué se sustenta la percepción de que Brasil se dirige hacia la calificación crediticia de investment grade mientras que Argentina sólo recibe críticas?
Por un lado, Brasil no incumplió con su deuda como sí lo hizo Argentina, que en su operación de canje efectuó una quita de 68% en valor presente para los que aceptaron. A esto deben agregarse los mejores indicadores de solvencia externa de Brasil que apuntan a terminar 2005 con la deuda externa en 25% del PIB y 17% en términos de los ingresos de la cuenta corriente, mientras que la deuda externa argentina alcanzaría en 2005 el 86% del PIB y el 308% en relación a los flujos de ingresos de la cuenta corriente.
Además, a esto se suma que Lula hace buena letra y desde el exterior lo premian con la posibilidad de integrar el Consejo de Seguridad de la ONU. Parece que ni los rumores
de corrupción tachan su imagen. En cambio, Kirchner la postura de la confrontación, dada su política de repudio de todo aquello asociado a los años noventa, como son los capitales extranjeros y los organismos internacionales.
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Este es el resumen del artículo "¿Vidas paralelas?" publicado en Agosto 15, 2005 en la revista América Economía.
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