|
Extraños revolucionarios |
|
| El último Reporte de Desarrollo Mundial del Banco Mundial, publicado la semana pasada, es embriagador: más de 200 páginas en las que el Banco argumenta a favor de equidad. Pero el Banco Mundial no es tan radical como suena. Por “equidad” entiende igualdad de oportunidades, no igualdad de resultados. El destino de una persona debe depender del esfuerzo, el talento y la suerte; no de la raza, la casta, el género o los privilegios adquiridos. Aquí hay poco que un liberal no pueda aceptar.
Algunas personas aprecian la equidad por sí misma. Pero el Banco Mundial considera la equidad un medio para logran un fin, es decir, el desarrollo económico. La redistribución al “acceso a los servicios, bienes o la influencia política” puede ser el modo de hacer más eficiente la economía como un todo. Este no es tanto un imperativo ideológico cuanto una solución técnica: la respuesta ante un mercado fracasado.
Esta situación se ve con mayor claridad en el capítulo que se ocupa de la inequidad y la inversión. En este se demuestra que el fracaso de los mercados crediticios, de seguros, de tierra y de capital humano trae como consecuencia una escasa inversión por parte de los pobres, una ingente inversión por parte de los ricos, y una economía menos eficiente.
La solución que propone el Banco frente al problema de la pobreza tiene que ver con “redistribuir las influencias, las ventajas y los subsidios”, patrimonio de los grupos dominantes.
|
Este es el resumen del artículo "Extraños revolucionarios" publicado en Septiembre 24, 2005 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Economía.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|