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Suez empaca y los locales entran | 
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| El mes pasado, el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, señaló durante una visita a Nueva York que estaba interesado en atraer inversiones extranjeras. Su ministro de economía, Roberto Lavagna, se reunió con algunos gerentes del sector automovilístico en el extranjero para invitarlos a participar en la recuperación económica de Argentina. Sin embargo, el 9 de septiembre, Suez, un conglomerado francés que administra la compañía de agua de Buenos Aires, anunció, en el peor momento, que se iba del país. El problema puesto de relieve por Suez es la falta de garantías legales ofrecidas por el gobierno argentino.
Los problemas de Suez comenzaron con la decisión del gobierno anterior, en 2002, de convertir las tarifas de agua de dólares a pesos y congelarlas. Aguas Argentinas, la compañía de la que Suez posee 46%, aceptó este convenio como una medida de emergencia, y mantuvo tanto el servicio como su fuerza laboral. Pero tras años de conversaciones con los funcionarios de Kirchner, Suez no ha logrado establecer nuevas condiciones. El Gobierno se rehúsa tanto a aumentar las tarifas como a compartir la responsabilidad por algunas de las deudas en dólares de la compañía. Por otra parte, las nuevas inversiones se detuvieron porque el Gobierno insistió en su derecho a escoger los contratistas. Suez ha invertido US$ 1,7 mil millones en Argentina y, hasta la fecha, ha producido US$ 840 millones en pérdidas.
A pesar de este tipo de situaciones, la recuperación de Argentina ha confundido a los menos optimistas. La economía lleva tres años consecutivos creciendo a más de 7,5%. Por otra parte, a pesar del intervencionismo económico de Kirchner y de su áspero manejo de las firmas extranjeras, las inversiones se han recuperado casi al nivel que tenían a finales de los años noventa.
Pero las firmas extranjeras necesitarán de más garantías en el futuro. Sin embargo, a veces pareciera que Kirchner está interesado en el la inversión sólo en algunas áreas. De hecho, el presidente argentino prefiere que los servicios estén en manos de las compañías locales. A principios de este año, otra compañía francesa, Electricité de France, vendió 65% de Edenor, un gran distribuidor de electricidad, a Dolphin, una compañía privada argentina.
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Este es el resumen del artículo "Suez empaca y los locales entran" publicado en Octubre 01, 2005 en la revista The Economist.
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