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Luchado contra las falsificaciones | 
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| Cuando las imitaciones de los productos de Uniweld (ubicada en Florida) comenzaron a aparecer en las tiendas en Arabia Saudita en 1999, David S. Pearl II quedó asombrado. Sus dispositivos están diseñados para probar compresores de aires acondicionados. Las imitaciones eran perfectas: tanto en apariencia como las instrucciones incluidas en el empaque.
Sin embargo, tenía ciertos defectos y comenzaron a causarles problemas a los clientes que los habían comprado creyendo que eran originales. Las imitaciones, que costaban entre 30% y 50% más barato que los originales, estaban haciendo mella no sólo en las ganancias de Uniweld sino en su reputación.
Cuando se habla sobre imitaciones, la gente suele pensar en Gucci, programas informáticos o películas de Hollywood. Pero los piratas de hoy en día imitan cualquier cosa, desde medicinas hasta pulituras de zapatos. En 2005, la piratería le costo a Estados Unidos cerca de US$ 250 mil millones.
Así pues, Uniweld contrató una firma de abogados de Arabia Saudita para que registrara sus productos en todo el Oriente Medio, algo que nunca había sido hecho antes. Pero las imitaciones continuaban apareciendo, lo que le costaba a la compañía US$ 1 millón en pérdidas. En 2002, los Pearl descubrieron quién era el imitador y en 2003 introdujeron una demanda de reembolso de todas las ventas perdidas. El caso continúa aún.
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Este es el resumen del artículo "Luchado contra las falsificaciones" publicado en Febrero 2006 en la revista Inc.
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