|
Un avance en biorefinación |
|
| La planta experimental de Iogen en Ottawa es un verdadero proyecto científico para descubrir cómo producir alcohol a una escala comercial a partir de una biomasa, por ejemplo, paja. Si Iogen tiene éxito (y se está acercando), obtendrá la tecnología necesaria para que todo el mundo prescinda del petróleo.
Hay muchos ojos posados en este proyecto privado de US$ 15 millones al año. Hace cuatro años, Shell Global Solutions, la división tecnológica del gigante petrolero, invirtió US$ 45 millones en Iogen para desarrollar un proceso que permita obtener etanol a partir de celulosa. Iogen ha estado haciendo pruebas desde hace dos años.
El secreto de Iogen son unas encimas que convierten la celulosa en azúcar. Hasta ahora, las encimas que mejor funcionan son una versión modificada genéticamente de la Trichoderma Reesei, un hongo que devora fibras naturales en el trópico.
Por los momentos, la planta consume cerca de 30 toneladas de trigo, avena y cebada a la semana, sólo 10% de su capacidad. Iogen calcula que una planta económicamente viable debe consumir cerca de 1.500 toneladas de biomasa al día para producir 45 millones de galones de etanol al año. Es posible que la primera planta sea abierta en Alemania.
|
Este es el resumen del artículo "Un avance en biorefinación" publicado en Febrero 06, 2006 en la revista Fortune.
Vea otros artículos publicados en Fortune u otros artículos sobre Industria de energía y petróleo.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|