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Hora de innovar | 
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| Cuando todos los costos aumentan y los consumidores están perdiendo interés en nuestro producto, es hora de adoptar una medida drástica. Así que Kraft Foods, que ya se había enfrascado en un proceso de reducción de costos, acaba de presentar, el 30 de enero, otro paquete de medidas redundantes y de cierre de fábricas.
No hay duda de que Kraft debe reducir sus costos. Los márgenes de la compañía se han reducido repentinamente a medida que los costos han aumentado (ingredientes, combustible, etc.). Dado que no puede modificar dicha situación, Kraft se ha visto obligada a eliminar puestos de trabajo y recortar costos de capital. De hecho, la compañía despedirá a 8.000 empleados más hacia 2008. Esta reducción de 13% de la fuerza laboral coincidirá con el cierre de 39 plantas (el doble de lo que Kraft tenía pensado cerrar originalmente).
En total, la reestructuración de Kraft costará US$ 3,7 mil millones, es decir, tres veces más de lo que tenía planificado originalmente. Sin embargo, sus gerentes tienen la esperanza de ahorrar US$ 1,15 mil millones al año. Los inversionistas están contentos con esta noticia.
Pero Kraft debe buscar, además, la manera de transferir los altos costos a sus clientes. Buena parte de sus productos, como carnes empacadas y productos lácteos, están amenazadas por las marcas de los propios supermercados. Cualquiera puede cortar queso y empaquetarlo. Así que Kraft, como todo el mundo sabe, tendrá que innovar.
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Este es el resumen del artículo "Hora de innovar" publicado en Febrero 04, 2006 en la revista The Economist.
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