|
La naturaleza explosiva del gas |
|
| El “Gran gasoducto del Sur”, promovido por Hugo Chávez, presidente de Venezuela, parece tener mucho sentido. La idea es construir un ducto de ocho mil kilómetros hasta Buenos Aires, que corte en dos la selva amazónica para enviar 150 metros cúbicos diarios de las inmensas y poco desarrolladas reservas de gas natural de Venezuela. El mes pasado, Luiz Inácio Lula Da Silva, presidente de Brasil, y su homónimo argentino, Néstor Kirchner, decidieron revisar el proyecto.
Pero si uno lo ve más de cerca, este proyecto de US$ 20 mil millones no tiene sentido. De hecho, después de tres mil kilómetros, es más barato enviar el gas por barco que por un ducto. Además, los costos ambientales son inmensos. Los motivos de Chávez son puramente políticos: le encantaría dejar a Estados Unidos sin gas en nombre de la integración suramericana.
Afortunadamente, el gasoducto no parece más que un sueño. Es el mejor ejemplo de que el gas ha generado más pasiones que sentido común en América del Sur. La región cuenta con abundantes reservas de gas; sin embargo, los mayores depósitos están en países cuyos gobiernos no están dispuestos a tratarlo como una mercancía más.
Aprovechar bien el gas significa permitir que las razones económicas prevalezcan sobre la pasión política. Y, por curioso que parezca, Chávez está dando el ejemplo. De hecho, Venezuela está a punto de construir un gasoducto de 215 kilómetros hasta Colombia, cuyo presidente es Álvaro Uribe, de tendencia conservadora.
|
Este es el resumen del artículo "La naturaleza explosiva del gas" publicado en Febrero 11, 2006 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Negocios en Latinoamérica.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|