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En sus marcas, listos, ahora |
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| La economía brasileña comenzó bien en el 2006. Y no podría ser de otro modo. Lo que ocurrió en 2005 demuestra que Brasil ha logrado fundamentos económicos lo suficientemente sólidos como para garantizar un mayor crecimiento y un país menos vulnerable a las crisis políticas, algo impensable en el pasado.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su partido político, el PT, están envueltos en algunos de los peores escándalos de corrupción del país. Sin embargo, la inflación nunca había estado tan baja; el riesgo país calló 300 puntos; el mercado accionario creció 35.000 puntos; y, aunque el PIB creció moderadamente, las exportaciones llegaron en 2005 a US$ 118,30 mil millones.
Ahora, la atención está puesta en las elecciones presidenciales de octubre. Todo parece indicar que la carrera se centrará en Lula y un candidato aún sin nombre del PSDB, partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Aunque los escándalos por corrupción han erosionado la popularidad de Lula, este tiene bajo la manga el buen estado de la economía brasileña.
Brasil está creciendo sostenidamente y las elecciones no interrumpirán la economía como en 2002. Sin embargo, para mejorar el empleo y la distribución del ingreso, Brasil debe aún llevar a cabo ciertas reformas. Para crecer como India o Chile, Brasil debe mejorar su sistema de pensiones e impuestos, y llevar a cabo una reforma laboral.
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Este es el resumen del artículo "En sus marcas, listos, ahora" publicado en Abril 2006 en la revista LatinTrade.
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