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Muerte e impuestos | 
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| La mayoría de los propietarios de negocios no piensan en pleno auge operativo en pasarle el negocio familiar a la próxima generación; al menos no mientras no están listos para retirarse. Pero cuando llega este momento, ya es demasiado tarde para aprovechar el tipo de estrategias que le ahorrarían mucho dinero a sus herederos en el futuro.
“Mientras más rápido empecemos, mejor”, asegura Sanford J. Schlesinger, abogado de Schlesinger, Gannon y Lazetera, en New York. Y esto porque la compañía valdrá menos al principio, así que habrá que pagar menos impuestos por el traspaso. Si esperamos a que nuestro negocio de US$ 1 millón llegue a valer US$ 50 millones, regalárselo a nuestros hijos les costará millones en impuestos. Peor aún, si se lo dejamos tras nuestra muerte, tendrán que vender el negocio para poder cubrir los impuestos.
Dado que eso es lo último que queremos, debemos crear un plan para que el negocio se mantenga en manos de la familia. Una opción es comenzar a transferir el negocio a nuestros herederos en porcentajes. También les podemos vender acciones del negocio a un bajo precio.
En todo caso, cualquier plan debe ser desarrollado por un abogado calificado en la materia, y que haga un balance entre los impuestos y las necesidades familiares. Por ejemplo, colocar el dinero en un fideicomiso puede rebajar los impuestos, pero no queremos que nuestros hijos lo desperdicien todo. Si saben que a los 35 años tendrán, digamos, US$ 10, no tendrán ningún incentivo para trabajar.
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Este es el resumen del artículo "Muerte e impuestos" publicado en Mayo 2006 en la revista Entrepreneur.
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