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La fábrica flexible | 
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| Desde que el sector manufacturero cayó en recesión, se perdieron 2,1 millones de puestos de empleo, dejando menos trabajadores en las industrias que en cualquier época desde los 60. Se supone que las empresas sobrevivientes permanecen competitivas, la mayoría mediante el uso de la tecnología, que incluye la integración de computadoras en red y maquinarias, para reducir costos y fomentar la calidad. Al mismo tiempo, muchos han optado por cambiar del sistema de producción masivo al uso de plantas flexibles, que puedan fabricar remesas de productos contra pedidos específicos. Para muchas empresas, la estrategia se centra en construir bases o ramas que sean capaces de producir pequeñas cantidades de productos de alto margen de rendimiento.
Un papel importante en este proceso lo tiene la tecnología, que puede lograr avances en calidad que a la vez permitan la distinción de un producto de sus competidores. No se trata sólo de las máquinas, se requiere que los trabajadores muestren su interés y capacidad para aprender nuevas tecnologías. Muchas empresas que se han mantenido a pesar de la recesión continúan invirtiendo en tecnología, aunque todavía sostienen que es mejor recortar en recursos humanos más que fomentar mejoras de la productividad. No hay manera de hacer cesar esta tendencia de desempleo pero sí mucho qué hacer para preservar la base industrial del país.
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Este es el resumen del artículo "La fábrica flexible" publicado en Mayo 5, 2003 en la revista Business Week.
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