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Saquen a los muchachos, traigan las ventas | 
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| Cada tarde, justo antes de las cinco, los altoparlantes del Fairlane Town Center, un centro comercial ubicado en Dearborn, Michigan, un suburbio de clase media, anuncian en inglés, árabe y español que los adolescentes que no estén acompañados por un mayor de edad deben desalojar el lugar.
¿Será esto contraproducente para los comercios? La verdad es que no. Dos años después de que entrara en vigor la norma que obliga a los adolescentes de 17 años o menos a estar acompañados por un adulto después de las cinco de la tarde, Fairlane ha descubierto que desalojar a uno de los grupos demográficos que más gasta es beneficioso para el negocio. Las familias y los consumidores de mayor edad, que en el pasado evitaban los grupos de adolescentes pendencieros, están de vuelta. Los robos han disminuido y, en 2005, las ventas aumentaron 1% en comparación con el año pasado. Y lo más notable es que las ventas en las tiendas para jóvenes han crecido entre 3% y 5%. “Los adolescentes vienen ahora a comprar”, afirma Catherine O’Malley, gerente general de Fairlane.
Hay pocos centros comerciales con supervisión adulta, pero su número está creciendo. Según un estudio realizado en 2005 por el Consejo Internacional de Centros Comerciales, casi un tercio de sus miembros posee reglas especiales para adolescentes, que fueron establecidas en los dos últimos años. Pero adoptar este tipo de reglas tiene sus riesgos, como rechazar a un segmento demográfico que gastó US$ 158 mil millones el año pasado. Además, los activistas por los derechos humanos temen que estas normas tengan un efecto discriminatorio.
Pero, en realidad, algunos centros comerciales han adoptado este tipo de reglas como un último recurso. A finales de 2004, Joseph Castaldo, gerente general de Poughkeepsie, aumentó el número de oficiales de seguridad para lidiar con los 300 adolescentes que vagaban por el centro comercial los viernes en la noche. Luego contrató policías fuera de servicio. Pero los problemas persistían, y el centro comercial estaba perdiendo a sus clientes adultos. Así que Castaldo decidió adoptar reglas especiales para adolescentes los fines de semana en la noche y los incidentes policiales disminuyeron de tres por noche a ninguno.
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Este es el resumen del artículo "Saquen a los muchachos, traigan las ventas" publicado en Abril 17, 2006 en la revista Business Week.
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