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Washington tiene la culpa por los altos precios del petróleo



Revista: Fortune
Tema: Industria de energía y petróleo
Fecha: Mayo 15, 2006
Autor(es): Nelson D. Schwartz
Con los precios de la gasolina en US$ 3 el galón y la furia de los consumidores aumentando aún más rápidamente, el Congreso y la Casa Blanca han comenzado a buscar un culpable y lo han encontrado en las grandes compañías petroleras. Pero, si los políticos quieren realmente saber quién es el responsable por el incremento de los precios del combustible, es mejor que se miren al espejo. De hecho, el incremento no se debe sólo a los altos precios del petróleo, sino a ciertas estipulaciones (poco conocidas) en el presupuesto de energía, aprobadas por el Congreso y firmadas por el presidente Bush.

Escondidas en la página 551 del presupuesto (que debía aliviar la falta de combustible, no agravarla) están las nuevas normas concernientes a los aditivos de la gasolina. El etanol (producido a partir del maíz) debía reemplazar a un derivado del petróleo llamado MTBE, pero el Congreso decidió que este cambio, logísticamente complicado, tendría lugar sólo si la demanda de gasolina aumentaba en el verano, es decir, en estos momentos. El resultado es que el sistema de refinación y distribución está haciendo un mayor esfuerzo cuando menos lo puede hacer.

“Es demasiado tarde ahora, el Congreso no ha logrado establecer una secuencia de cambios de modo responsable”, asegura Bob Slaughter, presidente de la Asociación Nacional Petroquímica y de Refinación. Por su parte, Larry Goldstein, de la Fundación para la Investigación de la Industria Petrolera, añade: “La crisis de la gasolina tiene su centro en Estados Unidos, no en Irán, Nigeria o Venezuela. Al menos la mitad del incremento del precio de la gasolina se debe a las consecuencias del presupuesto de energía, pero nadie en Washington quiere admitirlo”.

Ahora, la gran pregunta es, ¿hasta dónde llegará el precio de la gasolina? Quizá lo único bueno que ha traído la gasolina a tres dólares por galón sea que está disminuyendo el consumo, lo que, a su vez, debería reducir los precios. Si los tres dólares son el punto en el que los consumidores cambian su comportamiento y alteran sus hábitos al conducir, esta es la salvación para los conductores.




Este es el resumen del artículo "Washington tiene la culpa por los altos precios del petróleo" publicado en Mayo 15, 2006 en la revista Fortune.

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