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Elecciones mexicanas y crecimiento económico | 
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| Para los 41 millones de electores mexicanos que fueron a votar el 2 de julio, la decisión se reducía a continuar con el modelo de libre mercado que ha reinado en el país desde hace seis años o elegir un cambio. Felipe Calderón, heredero político de Vicente Fox, representa al conservador Partido de Acción Nacional (PAN). Calderón era el candidato de la continuidad y del libre comercio, mientras que Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática, es el candidato del cambio.
Enrique de la Garza Toledo, coordinador de ciencias sociales del postgrado de la Universidad Metropolitana Autónoma de México (UAM), afirma que López Obrador “rechaza la lógica de dejarlo todo librado al mercado. Él piensa que el Estado es importante. Critica el modelo y el modo como ha funcionado hasta ahora, porque el crecimiento no ha sido estable y la pobreza no se ha reducido considerablemente. Cree que se necesita un cambio de modelo, que suponga una mayor intervención del Estado”.
Antes de la elección, las encuestas mostraban un empate entre ambos candidatos, que fue confirmado después de las elecciones. Cuando el Instituto Federal Electoral (IFE) anunció los primeros resultados, Calderón contaba con una ligera ventaja (apenas 1%). Entonces comenzó la controversia: un empate técnico hizo que fuera necesario recontar las más de 130.000 actas en todo el país. López Obrador criticó abiertamente al IFE por haber hecho los escrutinios en tan sólo 24 horas. Finalmente, ambos candidatos se proclamaron ganadores, lo que hizo necesario un reconteo.
Durante el reconteo, los resultados iniciales se volcaron a favor de López Obrador. Durante 20 horas, el candidato de la izquierda contó con una ligera ventaja sobre Calderón. El peso mexicano y los mercados accionarios cayeron inmediatamente. Días antes, los inversionistas habían celebrado el triunfo de Calderón, el claro favorito de los mercados financieros y de la comunidad comercial. Sin embargo, el 6 de julio, la suerte se puso a favor de Calderón, que fue declarado el ganador oficial (por tan sólo 236.000 votos) cuatro días después de las votaciones. López Obrador anunció que impugnaría los resultados y pidió un reconteo voto a voto. El Tribunal Electoral de México puede aceptar impugnaciones sólo durante un período de cuatro días. Así pues, tiene hasta el 31 de agosto para dar su veredicto y hasta el 6 de septiembre para proclamar al presidente electo del país.
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Este es el resumen del artículo "Elecciones mexicanas y crecimiento económico" publicado en Julio 25, 2006 en la revista Knowledge @ Wharton.
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