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Traigan los automóviles de China | 
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| Malcolm Bricklin, el legendario emprendedor, está rodando la película de su vida. Hasta cuando se está lavando los dientes hay un camarógrafo a sus espaldas. Hasta los momentos, se han filmado más de 1.000 horas del documental sobre la nueva aventura de Bricklin: convertirse en la primera persona en importar automóviles chinos a Estados Unidos.
La película muestra a Bricklin intimando con subordinados, enviando ultimátums y saliendo intempestivamente de reuniones. Jonathan, el hijo de Bricklin, que está a cargo del proyecto de filmación, advierte que “su tarea es documentar que él [Bricklin] no está loco”. Pero parece que no lo ha logrado. Y no hay nadie más que pueda probar que Bricklin no esté loco.
Ya con 67 años de edad, ha desarrollado su carrera haciendo cosas que otras personas consideran locuras. Ha tenido sus triunfos (como lanzar Subaru en Estados Unidos) y sus fracasos (como el Yugo, un automóvil deportivo). Además, su encanto, energía maníaca y entusiasmo a prueba de todo emociona a unos y desencanta a otros. Para algunos, Bricklin es en el mejor de los casos un promotor y, en el pero de los casos, un charlatán.
Pero, ¿logrará Bricklin su cometido? Sus instintos comerciales parecen correctos, aunque hay señales de problemas. Está claro que los automóviles chinos entrarán a Estados Unidos; sin embargo, tras 18 meses de anunciado su plan, Bricklin sigue esperando. En todo caso, tiene planificado introducir cinco modelos de la Chery, el mayor fabricante de automóviles independiente de China.
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Este es el resumen del artículo "Traigan los automóviles de China" publicado en Junio 12, 2006 en la revista Fortune.
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