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Morales el generoso | 
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| Dentro del Palacio de Gobierno de Santa Cruz las paredes están repletas de afiches en los que se puede leer: “Preferimos morir que vivir como esclavos. Dos tercios o nada”. El piso está lleno de colchones en los que yacen los huelguistas hambrientos. Son alrededor de 2.000 las personas que están exigiendo que la asamblea constituyente que rescribirá la Constitución de Bolivia apruebe los artículos con dos tercios de los votos de sus 255 miembros, y no a través de una mayoría simple como quiere el gobierno izquierdista de Evo Morales en La Paz.
Esto puede parecer una disputa oscura. Pero de hecho demuestra que Bolivia está peligrosamente dividida. Las fisuras se han marcado aún más desde que Morales, socialista y descendiente de indígenas andinos, fue electo hace un año. Aunque Bolivia es un país pobre con una población de apenas 9 millones, cuenta con mucho gas natural y está ubicada en el corazón de Suramérica. El resto del mundo está viendo esta situación con cautela.
Algunos ven en Morales un mandatario de orientación democrática en una región marcada por la injusticia social. Según Morales, su gobierno acabará con 500 años de opresión de los indígenas bolivianos por parte de los blancos y mestizos, y por parte de las potencias extranjeras. Otros creen que un mestizo en un país mayoritariamente mestizo está utilizando la raza como una herramienta política. Si este fuera el caso, estaría siguiéndole los pasos a uno de sus aliados más cercanos, Hugo Chávez, que se está valiendo de la democracia para instalar un régimen autoritario y perpetuarse en el poder.
Los gobernadores de las cuatro provincias orientales temen que Morales utilice la asamblea constituyente para imponer los valores de las comunidades indígenas andinas al este empresarial. Estos mismos gobernadores creen que Morales acabará con la prosperidad del este mediante la imposición de un “modelo comunista”. Se están organizando protestas de calle para propugnar por la autonomía política de esta región, con o sin el consentimiento del gobierno. Los hambrientos huelguistas hablan de secesión e independencia. Morales ha amenazado con enviar el ejército. Pero, por los momentos, parece que las conversaciones entre los partidos de oposición y el Movimiento al Socialismo (MAS), de Morales, están avanzando.
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Este es el resumen del artículo "Morales el generoso" publicado en Diciembre 16, 2006 en la revista The Economist.
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