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No fue inventado aquí | 
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| El próximo fármaco podría provenir de cualquier lugar. Pero depende de los investigadores de Merck hallarlo. El año pasado, estos investigadores y sus equipos científicos revisaron 5.000 compañías de biotecnología y escuelas médicas, y cerraron 53 negocios con los que Merck se ganó el derecho de hallar nuevas vacunas y antibióticos, así como tratamientos para la ceguera, el Alzheimer y el sida.
Estos productos comparten una característica muy particular, a decir, no fueron desarrollados en los laboratorios de Merck. Esto es de por sí un gran descubrimiento para el gigante farmacéutico. Ya no puede alardear de contar con los mejores cerebros ni las mejores ideas. Dado que las investigaciones en los laboratorios no están rindiendo suficientes frutos, Merck ha decidido buscar ayuda.
Y esta es una tendencia en toda la industria. Mientras que las grandes compañías farmacéuticas siguen incluyendo en sus informes anuales fotos de sus científicos y laboratorios, muchos de los equipos son contratados de investigación son contratados. Cerca de 25% de los fármacos que fueron probados por las 10 mayores compañías del área desde 2003 hasta 2005 fueron descubiertos por investigadores externos.
Pero este cambio no fue sencillo para Merck. Históricamente, se decía en la comunidad científica que era difícil trabajar con la gente de Merck. “Merck solía tener la actitud de que si no era creado en Merck no valía la pena gastar dinero en eso”, señala Heather Briljant, analista de Mornigstar, compañía de investigaciones.
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Este es el resumen del artículo "No fue inventado aquí" publicado en Abril 2007 en la revista Fast Company.
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