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Los ladrones no paran | 
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| La principal linea de defensa contra los fraudes en inversiones es una alta dosis de escepticismo. Todos los investigadores y detectives del mundo serían incapaces de detener a los irregulares, aún teniendolos en frente.
El caso de Terry Dowdell, artista del fraude de 56 años de Virginia, es el mejor ejemplo. Logró recaudar dinero a la vez que los agentes federales lo demandaban por un fraude anterior. Tambien logró gastar US$ 850 mil que una corte había ordenado congelar.
Su más reciente fraude: su empresa Vavasseur, registrada en Bahamas, compraría notas de corto plazo de US$ 1 millón, del prestigioso banco Inglés Barclays, a descuento, y las vendería al valor nominal a los compradores que había reclutado. Generarían un retorno sin riesgo de 70% anual. Las notas representarían deuda de distintos gobiernos, que financiarían actividades fuera del balance. Dowdell no tenía ninguna relación con Barclays. Los clientes pagaron desde US$ 100 mil, algunos hasta US$ 4 millones.
Aunque la investigación comenzó en el 2000, el esquema duró dos años más. La moraleja: el gobierno solo no puede defenderle. Es por ello que no debe creer en ningún negocio grandioso que produzca inmensos retornos seguros.
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Este es el resumen del artículo "Los ladrones no paran" publicado en Junio 9, 2003 en la revista Forbes.
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