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Eutanasia para compañías



Revista: The Economist
Tema: Legal
Fecha: Junio 2, 2007
Hay buenas probabilidades de que el primero de junio al menos una compañía china se declare en bancarrota. En la mayoría de las economías, un anuncio de este tipo causaría alarma. Pero en China es una especie de triunfo. Después de más de una década de debate, China aprobó finalmente una ley que les permite morir a las compañías.

El capitalismo sin bancarrota es como el cristianismo sin infierno. Pero las liquidaciones no son tan graves como parecen, pues los bienes, que de otro modo quedarían en el limbo de innumerables disputas legales, pueden ser reciclados y usados de nuevo. Además, también pueden revelar mentiras, pues dado que muchas compañías chinas están funcionalmente muertas pero legalmente vivas, las deudas continúan reflejadas en los balances de otras compañías, lo que crea una pesadilla contable.

La noción misma de bancarrota (deshonrar los compromisos financieros) es delicada en China. Las deudas se pasaban tradicionalmente de padres a hijos. Un primer intento legislativo por acabar con esto, a principios del siglo pasado, fue vigorosamente repudiado. Durante el comunismo, la idea de bancarrota era problemática porque todo, desde los bienes hasta el bienestar de los empleados, estaba en manos del estado.

Es posible que los trabajadores estén preocupados con esta novedad; pero, los extranjeros también deberían estarlo. La nueva ley de bancarrota incluye a las compañías chinas en el extranjero y a las compañías extranjeras en China. Algunas de estas tienen sus bienes en China, pero han mantenido sus oficinas centrales en Hong Kong o Taiwán, o quizá cuentan con intrincadas estructuras internacionales, para poder disfrutar de un clima legal más predecible. Siempre se ha asumido que, ante la presencia de problemas corporativos, los inversionistas pueden solucionarlo todo fuera de China. Pero con la nueva ley, China está haciendo valer su jurisdicción sobre los bienes de las compañías. Esto podría ser un paso para atrás, pues aumenta la influencia del estado sobre los negocios.




Este es el resumen del artículo "Eutanasia para compañías" publicado en Junio 2, 2007 en la revista The Economist.

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