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El cielo es el límite | 
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| Tener un yate ya pasó de moda. Para quienes tuvieron suerte en el boom de la tecnología de información, ahora existe una alternativa más atractiva: tener un cohete espacial. Jeff Bezos, fundador de Amazon, financia actualmente un proyecto para construir un artefacto que pueda llevar gente al espacio. John Carmack, el genio de juegos como “Doom” y “Quake”, está en algo similar. Pero el más ambicioso de todos es Elon Musk, quien fundó dos punto.com — Zip2 y PayPal — y las vendió por US$ 307 millones y US$ 1,5 mil millones respectivamente. Su meta es Marte.
Musk esperaba ganar algo de apoyo de la NASA para enviar una misión tripulada a ese planeta, pero se dio cuenta de que la prueba de lanzamiento del experimento le costaría un mínimo de US$ 30 millones, lo que lo hizo dudar. Decidió entonces fundar la firma SpaceX, con la meta de construir una máquina llamada Falcon. Ya esta empresa tiene algunos clientes para los primeros lanzamientos comerciales que pondrán satélites en órbita. Después Musk planea concretar su sueño marciano.
Los dolores de cabeza que ha causado la crisis de los negocios de Internet, el paso de la computadora a ser un artefacto más del hogar, la consolidación de la industria, sus pocas innovaciones y el estancamiento de las ventas, hacen pensar en una era de la post tecnología que probablemente lleve a los precursores de este negocio a querer probar con otros horizontes, como los que suponen los beneficios que traerían los viajes espaciales.
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Este es el resumen del artículo "El cielo es el límite" publicado en Mayo 31, 2003 en la revista The Economist.
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