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El Superman Uribe aguanta la marea | 
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| Alvaro Uribe fue electo hace 10 meses para dirigir a Colombia, bajo la promesa de restablecer el orden democrático, amenazado por la violencia de dos ejércitos guerrilleros y grupos derechistas, quienes financian el tráfico de drogas, secuestros y extorsión. Además de las pérdidas humanas, las consecuencias económicas han sido nefastas.
Uribe nunca prometió milagros - pero prometió su esfuerzo permanente, día y noche. Hasta la fecha, ha cumplido esa promesa. Un viernes en la noche, por ejemplo, se relaja trabajando hasta las 2 de la madrugada. Los sábados, generalmente, pasa más de 12 horas en asambleas comunitarias.
Los resultados se han comenzado a ver. Las fuerzas de seguridad están en expansión, se ha desatado un asalto masivo contra el tráfico de drogas y se han visto reformas económicas importantes. Aunque no todo marcha bien, Uribe permanece con una alta popularidad.
Para resolver los problemas de Colombia, el esfuerzo debe ser refinado y sostenido. El inconveniente está en que Uribe hace todo el mismo, y ya muestra signos de cansancio. En ocasiones salta a sus ministros para tratar directamente con sus subordinados. Es omnipresente. Aunque ha rescatado la autoridad presidencial, queda en duda la autoridad de ministros, gobernadores y alcaldes - necesaria para mantener el esfuerzo los próximos tres años.
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Este es el resumen del artículo "El Superman Uribe aguanta la marea" publicado en Junio 7, 2003 en la revista The Economist.
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