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Extraños días para el afortunado Lula | 
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| Estos son extraños momentos en Brasil. Cada mañana, los principales diarios del país presentan nuevos casos de corrupción alrededor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El último tiene que ver con el presidente del Senado, Renan Calheiros, un aliado de Lula, y que parece haber aceptado un soborno.
Pareciera que el gobierno está atrapado en la controversia. A seis meses de iniciado su segundo período, Lula acaba de completar su gabinete con un trigésimo séptimo ministro; el de “planificación estratégica”. Pero, ¿para qué son todos estos ministros? La agenda del gobierno es poco ambiciosa y su reacción ante los hechos es lenta. Los brasileños suelen decir que sus políticos viven en Brasilia alejados de la realidad. Pero, a pesar de los escándalos, el presidente sigue siendo muy popular. En la periferia de Sao Paulo “todo el mundo ama a Lula”, señala Alfonso Gonçalves, dueño de un pequeño supermercado en el suburbio de Sao Bernardo, donde el presidente fue una vez líder sindical. “Se preocupa por los pobres. Es el presidente del pueblo”.
No es difícil ver por qué tanta popularidad. En muchos sentidos, Brasil está mejor que hace una generación. La inflación es baja y el crecimiento económico se mantiene. Brasil se está beneficiando mucho de los altos preciso de las materias primas y de la abundante liquidez mundial, así como de las reformas económicas llevadas a cabo por el predecesor de Lula, Fernando Henrique Cardoso. “Lula es un hombre con suerte”señala Maílson da Nóbrega, ex ministro de finanzas. Pero Lula también ha contribuido con su propia fortuna: mantiene las políticas fiscales y monetarias de Cardoso y le dio independencia operativa al Banco Central.
Brasil continúa creciendo más lentamente que la economía mundial. Sin reformas, la tasa de crecimiento no podrá ser de más de 4% anual. En palabras de Cardoso: “Debemos competir no con nuestro pasado sino con nuestros rivales”. A mediano plazo, la posibilidad de que haya nuevas reformas dependerá del PSDB, que durante la presidencia de Cardoso, en los años noventa, logró la estabilidad económica y una democracia más vigorosa. El partido tiene dos posibles candidatos para la próxima elección presidencial de 2010: José Serra y Aécio Neves, gobernadores de Sao Paulo y Minas Gerais, respectivamente. Por su parte, el Partido de los Trabajadores, de Lula, carece de un candidato fuerte.
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Este es el resumen del artículo "Extraños días para el afortunado Lula" publicado en Junio 30, 2007 en la revista The Economist.
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