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Un sonado arresto destruyó el nombre de una cadena local de pizzerías |
Revista: IncTema: MarketingFecha: Agosto 2007 Autor(es): Alex Salkever |
| El 21 de agosto de 2005, Ferry Wyman-Picurro recibió una llamada devastadora. Era su ex esposo, Peter Picurro. Lo acababan de arrestar por solicitarle a una niña de 14 años (que en realidad era un agente encubierto) que posara desnuda en un a sala de Chat. “Tenía dos niños con este hombre, así que mi reacción inicial fue protegerlos”, recuerda Wyman-Picurro. “Luego me di cuenta de que mi vida cambiaría para siempre”. Terry y Peter le habían dado su segundo apellido a Picurro’s Pizzería, una exitosa cadena con varios establecimientos en Tucson, donde ambos vivían. Aunque Peter se ocupaba de las operaciones luego de divorciarse, Ferry era propietaria de 50% del negocio.
Peter Picurro siempre se había dedicado a su comunidad. Había aparecido en varios artículos de periódico, había hecho donaciones y había hecho trabajo comunitario. Pero, ahora, todo eso había desaparecido, y su nombre estaba en el negocio que le daba de comer a Wyman-Picurro y a sus dos hijos. Las escuelas y otras instituciones cancelaron los pedidos semanales. En la televisión local, ciertos entrevistados juraron que nunca volverían a comer en Picurro’s. Y alguien le lanzó una piedra a las ventanas de uno de los establecimientos. “La situación se puso muy mala”, dicen Wyman-Picurro. Las ventas cayeron. Los clientes y los franquiciados estaban encolerizados. ¿Era posible salvar el negocio?
Tras el golpe inicial, Wyman-Picurro y su ex esposo discutieron sobre cómo proteger a sus hijos y cómo salvar el negocio. Peter entendió que ya no podría estar relacionado con la compañía. Dos días después del arresto accedió traspasarle todo el negocio a Wyman-Picurro.
Casi un mes después del arresto de Peter Picurro, los franquiciados se reunieron con Wyman-Picurro para hablar sobre el futuro. Todos querían continuar, así que decidieron dividir la compañía. Wyman-Picurro conservó 41% de las acciones y siguió ocupándose de la contabilidad y de las ventas. Los nuevos socios rebautizaron el negocio como Fresco Pizza y Pastaria. Peter Picurro se declaró culpable de explotación sexual a un menor de edad en marzo de 2007 y en mayo fue condenado a dos años y medio de cárcel. Fresco consiguió su primer franquiciado en abril, y la compañía espera que las ventas aumenten 49% en 2007. Según Wyman-Picurro: “Tomamos decisiones arriesgadas. Teníamos dudas acerca de si habíamos hecho lo correcto. Pero ya hemos superado el primer año. Nuestras recetas siguen siendo maravillosas. Creo que nos expandiremos rápidamente. Es un resultado óptimo”.
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Este es el resumen del artículo "Un sonado arresto destruyó el nombre de una cadena local de pizzerías" publicado en Agosto 2007 en la revista Inc.
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