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Cállese y escuche | 
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| Ser un emprendedor exitoso significa saber cuándo dejar hablar a los demás. Escuchar no es una destreza con la que nacemos. Así que debemos aprender a escuchar. Pero lograr esto significa que debemos ser proactivos en todos nuestros encuentros (algo muy difícil dado el ajetreo diario). Escuchar activamente comienza con la disposición a reconocer el valor de todas y cada una de las conversaciones que sostenemos.
1. Entable conversaciones con sentido: la gente se abre más cuando entiende cómo puede contribuir. Cuando conozca otras personas, ayúdelas a contribuir con la conversación estableciendo un sentido claro. Hágales saber que usted no tiene todas las respuestas y que está abierto a nuevas ideas. Esto proyecta confianza y establece las bases de un mejor intercambio de ideas.
2. Hable menos, aprenda más: solemos estar acostumbrados a derramar todo nuestro conocimiento y pasión desde adentro. Para ser comunicadores efectivos, debemos invertir el sentido en que corre la información. Ábrase a todo un nuevo mundo de ideas adoptando el punto de vista de otras personas. Esto permitirá no sólo obtener nuevas ideas, sino además, validar las contribuciones de otros.
3. Esté atento a señales verbales que revelan más que las palabras: los beneficios de ser paciente sobrepasan cualquier satisfacción proveniente de ofrecer nuestro propio mensaje. No planifique lo que va a decir a continuación mientras una conversación está en progreso. No sólo se perderá las señales sino que comunicará subliminalmente que su respuesta es más importante que el mensaje de la otra persona.
4. Mantenga el tema en discusión: la gente necesita tiempo para digerir cualquier información. Es fácil que los mensajes importantes queden opacados por la adición de nuevos temas. Ofrezca comentarios y anécdotas personales relacionadas directamente con el tema en discusión. Luego, haga silencio y escuche la respuesta de la otra persona. Aumente su comprensión permitiéndole a la otra persona responder a lo que se está discutiendo.
5. Deje de lado su humor a la hora de buscar información: la mayor barrera a la hora de escuchar es la preocupación. Cuando estamos de mal humor (por un problema físico o una discusión reciente), nuestra mente no es capaz de aprender. Aprenda a ver a los demás a los ojos. Esto lo ayudará a concentrarse y lo mantendrá comprometido con la conversación.
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Este es el resumen del artículo "Cállese y escuche" publicado en Septiembre 2007 en la revista Entrepreneur.
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