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La fiebre petrolera del Círculo Ártico | 
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| Es una ironía que hasta Al Gore podría apreciar. A medida que el hielo polar se retira debido al recalentamiento global, está quedando al descubierto territorio rico en petróleo, en el ahora navegable (y taladrable) fondo marino del Círculo Polar Ártico. Desde hace tiempo se cree que el área contiene importantes yacimientos. Algunos dicen que es posible que 25% del petróleo y gas no descubierto esté debajo del hielo. Pero, mientras que los países que tienen frontera con el Ártico deciden cómo repartirse el territorio, Estados Unidos está fuera del juego. Esto se debe a una extraña riña entre las grandes compañías petroleras estadounidenses y un grupo de Republicanos en relación con un tratado de las Naciones Unidas que determina quién puede apropiarse de dichos territorios.
En 1982 entró en vigor la Ley de Mares de las Naciones Unidas; un tratado que definía los límites oceánicos y regulaba el tráfico marítimo. Estados Unidos firmó el tratado en 1994, pero el Senado se rehusó a ratificarlo, porque se oponía a la idea de soberanía de las Naciones Unidas. Pero lo que entonces era simplemente una ausencia diplomática se ha convertido ahora en un desacierto que le podría costar miles de millones de dólares a Estados Unidos.
Según la Ley de Mares, los países pueden tomar control de las aguas que yacen sobre sus plataformas continentales. Si Estados Unidos reclamara dicho derecho, ganaría un territorio del Ártico más o menos del tamaño de Alaska. Pero, dado que Estados Unidos no forma parte del tratado, algunos analistas creen que el país no tendrá mucho que decir antes de que el Polo sea repartido. ¿Qué se interpone? Un grupo de senadores republicanos fieramente opuestos a participar (y la posibilidad de que las Naciones Unidas le quite a Estados Unidos el control sobre los recursos). Frank Gaffney, un ex consejero de Reagan y actual presidente del Centro de Políticas de Seguridad, ha dicho que el tratado es la “más egregia transferencia de la soberanía, la riqueza y el poder de Estados Unidos a las Naciones Unidas”. Por su parte, el senador James Inhofe ha señalado que “hará todo lo posible” por mantener a Estados Unidos fuera del tratado.
El potencial del Ártico es inmenso, si bien sólo ha habido unas pequeñas exploraciones comerciales en el mismo. Wood Mackenzie calcula que al menos 166 mil millones de barriles de petróleo y gas yacen cerca de las costas del Ártico. Y podría haber más en áreas más cercanas al Polo Norte. Sólo en el posible territorio de Estados Unidos, habría 15 mil millones de barriles, y puesto que las reservas mundiales están en descenso, esto sería un gran premio.
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Este es el resumen del artículo "La fiebre petrolera del Círculo Ártico" publicado en Agosto 20, 2007 en la revista Fortune.
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